Alonzo Garza-Salazar
Una traducción al español está disponible a continuación.
The greatest joy Alonzo Garza-Salazar had was being a great husband and father. Alonzo lived a life full of love with his wife Braulia Garza and their children.
Along with love for his family, his innovation and creativity sparked his career in construction. Eldest daughter Vanessa told the Houston Chronicle, “My father was a humble man, a good worker; he built his home with his own hands. He worked in construction and wanted to leave a legacy for his family.”
At the time of his death, Alonzo Garza-Salazar was advocating for his release from ICE and U.S. Marshal Service custody. His family continued to surround him with support and love while he was battling coronavirus. However, early Wednesday morning, on May 15, 2020, he passed away at 56 years old. Alonzo’s death marked the first coronavirus death in the Joe Corley Processing Center, a Texas federal detention facility.
In inhumane and unsanitary conditions, health professionals at the center had voiced their concerns about Alonzo’s health. Vanessa recalls conversations with her father, and him explaining the lack of care and concern in the facility.
In their last call with her father, Vanessa said, “My mom implored him to continue fighting, that God was going to help him. ‘Fight, old man, fight,’ she told him, but he was gone.”
His family celebrates his life, mourns his presence, and continues his legacy. “We are trying to be strong, but we all are very sad,” said Vanessa.
This memorial was written by MOL team member Gabrielle Smith with information from reporting by Olivia P. Tallet from the Houston Chronicle and Elizabeth Trovall from Houston Public Media.
Alonzo Garza-Salazar
La mayor alegría de la vida de Alonzo Garza-Salazar fue ser un gran esposo y padre. Alonzo vivió una vida llena de amor con su esposa Braulia Garza y sus hijos.
Junto con el amor por su familia, su innovación y creatividad empezaron su carrera en la construcción. Su hija mayor, Vanessa, dice: “Mi padre era un hombre humilde, un buen trabajador; él construyó su casa con sus propias manos. Trabajó en la construcción y quería dejar un legado para su familia."
En el momento de su muerte, Alonzo Garza-Salazar luchaba por su liberación de ICE y la custodia del Servicio Marshal de los EE. UU. Su familia continuó rodeándolo con apoyo y amor mientras luchaba contra el coronavirus. Sin embargo, el miércoles por la mañana, el 15 de mayo de 2020, falleció a los 56 años. La muerte de Alonzo marcó la primera muerte por coronavirus en el Joe Corley Processing Center, un centro de detención federal de Texas.
En las condiciones inhumanas e insalubres, los profesionales de la salud del centro habían expresado su preocupación por la salud de Alonzo. Vanessa recuerda conversaciones con su padre cuando él explicaba la falta de atención y seguridad en la instalación.
En su última llamada con su padre, Vanessa dijo: “Mi madre le imploró que continuará luchando, que Dios lo ayudaría. ‘Pelea, viejo, pelea’, le dijo, pero él ya no estaba ahí.”
Su familia celebra su vida, llora su presencia y continúa su legado. "Estamos tratando de ser fuertes, pero todos estamos muy tristes", dijo Vanessa.
Este memorial fue escrito por un miembro del equipo MOL, Gabrielle Smith, con información de los informes de Olivia P. Tallet de Houston Chronicle y Elizabeth Trovall de Houston Public Media. Translated by Alexandra Contreras-Montesano / Traducida por Alexandra Contreras-Montesano.