Guadalupe Ramos

Una traducción al español está disponible a continuación.

Guadalupe Ramos with his two daughters, courtesy of Guadalupe’s niece, Veronica Chavez.

Guadalupe Ramos with his two daughters, courtesy of Guadalupe’s niece, Veronica Chavez.

Guadalupe Ramos enjoyed barbecues, spending time with his family, and dancing. His niece, Veronica Chavez, said he was looking forward to meeting his grandchildren and seeing his children again. She told a reporter that when Guadalupe signed for his sentence, “nowhere did it say he would be signing a death sentence.” But after an intense battle with coronavirus, Guadalupe died at John Peter Smith Hospital in Fort Worth, Texas on May 10, 2020. He was just 56 years old.

The last time Veronica talked to Guadalupe – when he was at FMC Fort Worth, a federal medical prison in Texas – he was short of breath and afraid. Just two days after Guadalupe’s death, FMC Fort Worth had the third highest number of reported COVID-19 cases of all federal prisons in the U.S., with 43% of the people housed there having tested positive. The unit Guadalupe was housed in was the first at the facility to have positive diagnoses. Another man housed there told reporters they had been advised that “no matter what” they were destined to catch it. A corrections officer said that nearly all 272 men in Guadalupe’s unit caught the virus.

Guadalupe’s family had been fighting for a compassionate release since April, especially because of his pre-existing medical conditions. The Federal Bureau of Prisons said those conditions made him more vulnerable. Yet despite a federal contingency plan supposedly in place since January, Guadalupe and many others at FMC Fort Worth were not protected from the rapid, reaching spread of COVID-19.

Guadalupe tested positive for coronavirus on April 23 “and was immediately placed in isolation.” The prison failed to reach out to either of his emergency contacts, a sister and a daughter, to inform them of his diagnosis and status. Guadalupe’s family found out what was happening only after another man’s wife reached out to let them know that he had been rushed to a local hospital, on April 25. For two days afterward, they had little information, not even knowing where he had been taken.

After a decline in his condition on April 28, Guadalupe was revived and placed on a ventilator. He remained on life support and in a coma for two weeks until passing away in the early morning hours of Sunday, May 10, 2020.

Guadalupe’s three grown children lost their mother to cancer just five days before losing him. We mourn the loss of Guadalupe Ramos and our hearts go out to his family.

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This memorial was written by MOL team member Luci Harrell with information from reporting by Kaley Johnson of Fort Worth Star-Telegram, Jennifer Prohov of WFAA ABC 8, and the U.S. Department of Justice.


Guadalupe Ramos

Guadalupe Ramos con sus hijas, cortesía de la sobrina de Guadalupe, Veronica Chavez.

Guadalupe Ramos con sus hijas, cortesía de la sobrina de Guadalupe, Veronica Chavez.

Guadalupe Ramos disfrutaba de las barbacoas, pasar el tiempo con su familia y bailar. Su sobrina, Veronica Chavez, dijo que esperaba conocer a sus nietos y ver a sus hijos nuevamente. Ella le dijo a un periodista que cuando Guadalupe firmó su sentencia, “en ninguna parte decía que firmaría una sentencia de muerte.” Pero después de una intensa batalla contra el coronavirus, Guadalupe murió en el Hospital John Peter Smith en Fort Worth, Texas el 10 de mayo de 2020. Tenía solo 56 años.

La última vez que Verónica habló con Guadalupe, cuando estaba en Centro Médico Federal (CMF) Fort Worth, una prisión médica federal en Texas, le faltaba el aliento y tenía miedo. Solo dos días después de la muerte de Guadalupe, CMF Fort Worth tuvo el tercer número más alto de casos reportados de COVID-19 de todas las prisiones federales en los EE. UU., con un 43% de las personas alojadas allí que dieron positivo. La unidad en la que se alojó Guadalupe fue la primera en el centro en tener diagnósticos positivos. Otro hombre alojado allí dijo a los periodistas que se les había informado que “sin importar qué” estaban destinados a contagiarse. Un oficial de correcciones dijo que casi los 272 hombres en la unidad de Guadalupe contrajeron el virus.

La familia de Guadalupe había estado luchando por una liberación compasiva desde abril, especialmente debido a sus condiciones médicas preexistentes. La Oficina Federal de Prisiones dijo que esas condiciones lo hicieron más vulnerable. Sin embargo, a pesar de un plan de contingencia federal supuestamente en vigente desde enero, Guadalupe y muchos otros en CMF Fort Worth no estaban protegidos de la rápida propagación de COVID-19.

Guadalupe dio positivo por coronavirus el 23 de abril “y fue inmediatamente colocado en aislamiento.” La prisión falló a comunicarse con ninguno de sus contactos de emergencia, una hermana y una hija, para informarles sobre su diagnóstico y estado. La familia de Guadalupe descubrió lo que estaba sucediendo solo después de que la esposa de otro hombre los contactó para informarles que había sido trasladado a un hospital local, el 25 de abril. Durante dos días después, tuvieron poca información, sin saber siquiera a dónde lo habían llevado.

Después de una empeora en su condición el 28 de abril, Guadalupe fue revivido y colocado en un ventilador. Permaneció con soporte vital y en coma durante dos semanas hasta que falleció en las primeras horas de la mañana del domingo 10 de mayo de 2020.

Los tres hijos adultos de Guadalupe perdieron a su madre por cáncer solo cinco días antes de perderlo. Lamentamos la pérdida de Guadalupe Ramos y nuestros corazones están con su familia.

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Este memorial fue escrito por el miembro del equipo, Luci Harrell, con información de los informes de Kaley Johnson de Fort Worth Star-Telegram, Jennifer Prohov de WFAA ABC 8 y el Departamento de Justicia de EE. UU. Translated by Claire Chang / Traducida por Claire Chang.


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